Capítulo 1: Una vez más parte 2

 Capítulo 1: Una vez más, parte 2



La puerta se abrió y una mujer con piel morena y cabello negro entró. Esta mujer tenía el mismo tono de piel y de cabello que Inukashi, aunque no poseía aquel largo e indomable cabello que crecía libremente. Al contrario, ella llevaba sus rizos hasta los hombros, complementando sus ojos redondos y linda nariz de botón.

 ––Discúlpeme Presidente.–– dijo, ––Oh, Torey, perdón. ¿Estaban ocupados?


––Ah, no, Ruka, está bien. Yo ya terminé por aquí. Umm…bueno, si me disculpa Presidente.––Torey hizo una reverencia y huyó de la habitación, con sus mejillas coloreadas de un rojo incluso más intenso que antes, con un sonrojo que crecía y casi alcanzaba sus ojos.


––¿Estoy interrumpiendo?–– Preguntó Ruka.––Tengo un asunto que reportar, así que… Presidente, ¿Pasa algo? Se está riendo…


––No, solo me parece gracioso lo sorprendentemente fácil que es de leer Torey.–– Shion dijo.
Así que de eso se trataba. “Vivir juntos” ¿eso dijo? Aquellas palabras tenían un significado más profundo al final de cuentas. Muy al estilo de Torey.


––¿Qué?–– Ruka inclinó su cabeza hacia un lado, y una expresión confundida se extendió por su rostro. 

––¿A qué se refiere con fácil de leer? Umm, ¿Interrumpí a mitad de una historia?


––Ah, no, no tiene nada que ver con eso.––Shion dijo.–– Como dijo Torey, ya habíamos terminado. Y lo que es más importante, ¿Tenías algo importante que reportar? ¿Es urgente?


––No, más bien…hay algo que me ha estado preocupando.–– Dijo Ruka.


––La verdad es, ha sucedido algo–– parece ser que han ocurrido tres asesinatos, uno tras de otro.

Ruka venía del antiguo West Block, y su padre, al ser la persona a cargo del mercado, había mediado las disputas y revisado los acuerdos sobre dónde abrirían nuevas tiendas. En otras palabras, ese hombre tenía una experiencia considerable como alguien influyente. Shion había oido al respecto cuando el West Block no era más que un pueblo normal, la madre de Ruka había sido una escritora de libros para niños.
Ninguno de los dos había sobrevivido a la Cacería Humana. Su padre fue aplastado bajo las ruinas,y su madre aniquilada de un balazo a mano de los soldados. Bien pudieron ambos haber estado enterrados en la montaña de cuerpos que Shion había visto en la Correccional.


Ruka, quien sobrevivió para ver los muros caer, asistió por un año a la escuela gratuita que ofreció el Comité de Reestructuración, y a inicios del año en curso, aprobó el examen de servicio civil. En ese momento, Ruka trabajaba como un miembro de el Buró de Seguridad.
El Buró de Seguridad, claro, había sido completamente reestructurado. El control unilateral, los arrestos y detenciones sin causa; el armamento militar, todo eso fue prohibido. Los miembros del Buró de Seguridad que llegaban a escena sólo tenían permitido el mínimo equipo requerido para proteger a los ciudadanos, a sus vidas, propiedades y su seguridad.

––Un caso de asesinato…Lo escuché hace tres días, un hombre fue asesinado a las afueras de Lost Town.–– Dijo Shion.


––Así es.–– Dijo Ruka.–– El cuerpo de un hombre joven que murió bajo circunstancias sospechosas también fue encontrado antes de esto, dentro del West Block. Luego, esta mañana, otro cuerpo que parece ser una mujer fue descubierto ahí también.


––¿Parece ser una mujer? ¿A qué te refieres?
––El cuerpo estaba en un estado de descomposición avanzado, el sexo del cuerpo no pudo ser determinado a simple vista. Se cree que ha pasado un mes desde que falleció. –– Dijo Ruka. ––Ninguna de las tres víctimas llevaban nada consigo que pudiera darnos una pista de quienes eran, su ADN ya está siendo analizado con el propósito de identificarlos.


––Ya veo…–– musitó Shion.––No importa cuanto frío esté haciendo, si un cuerpo está expuesto por ahí durante un mes, debe de desprender un olor terrible. ¿Por qué no se descubrió antes? ¿Estaba enterrado en lo profundo?


––No. Aunque sí estaba enterrado, el agujero no era nada profundo, y parece ser que olía terriblemente mal.
––¿Y aún así tomó todo un mes en ser descubierto?


La boca de Ruka se torció en una expresión de conflicto, entre risa y llanto. ––Es el West Block.


––¿Qué?


––El cuerpo en descomposición fue enterrado en una orilla del antiguo West Block.–– Dijo Ruka. ––Las personas de por ahí…bueno, están acostumbradas a los cuerpos. Incluyendo el olor.


––Ah…–– La respuesta de Shion quedó atrapada en su garganta.


Claro. La muerte daba vueltas por el West Block como si se tratara de un remolino. Estaba aquí, allá y en todos lados. La esencia de la sangre, el apeste de la descomposición, últimas plegarias, míseros cuerpos, llantos de angustia–– el West Block estaba saturado de todo esto.
Ruka continuó.–– Un aspecto del trabajo de mi padre constaba de ayudar a los recolectores de cuerpos, a primera hora de la mañana se recogían los cuerpos que había muerto por la noche en el mercado. Como se trataba de un mercado, no había nada que apestara en particular, pero sí vi cuerpos todos los días. Y no sólo yo–– casi todos los veían. Sólo una vez el olor era tan insoportable que las personas comenzaron a darle importancia. Era más o menos así, creo.


––Ya veo…
Entonces Shion todavía era inocente. Todavía le era difícil llegar a tales conclusiones por cuenta propia.


––Oh, pero atrapar criminales es trabajo del Buró de Seguridad.–– Dijo Ruka. –– No es necesario que Usted se involucre.
––Ah, por supuesto.––Estuvo de acuerdo Shion.–-Incluso si me involucro, no creo ser capaz de atrapar a un criminal.


––Usted si que no está hecho para un trabajo así, verdad?.––Dijo Ruka con una ligera risa. Su sonrisa era la de una persona joven, una persona a la que no le importa nada.
Se parecía mucho a la sonrisa de Safu. La sincera sonrisa de una chica.
Shion, Te lo dejo todo a ti
Esas habían sido las últimas palabras que Safu le dijo. Shion las aceptó completamente, eso le dijo a ella. No se olvidaría de esas palabras por el resto de su vida.
La expresión de Ruka se tornó sobria, volviendo a aquella de una mujer de 20 años. 


––La razón por la que le traigo esta información es para invitarlo a que sea cauteloso. Presidente, Usted vive en Lost Town ,¿no es así? Más cerca del antiguo West Block, más que nada.


––Sí, pero… ¿te refieres a que crees que me pueden tener bajo la mira? ¿Hay evidencia que apunte a eso? 


––No hay tal evidencia.–– Afirmó Ruka, sonando certera. –– No hay evidencia por el momento que indique que Usted está siendo acechado por el asesino. Sin embargo, usted se dirige desde su hogar hacia la oficina municipal en bicicleta, lo que me preocupa pues lo encuentro peligroso. Y también, bueno, ya ve… Me parece que me estoy sobrepasando, no me corresponde pero debería considerar viajar en automóvil mientras todo esto sucede. Lo consulté con mi supervisor. Si usted lo aprueba, le tendré listo un auto.


––¿El Buró de Seguridad cree que las tres muertes son parte del mismo hilo criminal?–– Preguntó Shion.–– Dejando de lado que puede tratarse de más de un culpable, el simple hecho de que haya un asesino que acecha desde Lost Town hasta el West Block es…bueno, va más allá de lo que pueda imaginar. ¿Y no había conexión entre las víctimas? ¿Eran todos extraños entre sí?


––Así es.––Confirmó Ruka.–– Aunque la víctima femenina todavía no es identificada, no hemos sido capaces de hallar ninguna similitud entre los dos hombres. Edad, físico, empleo, modo de vivir… nada en común. Pero el método empleado por el asesino fue el mismo, también con la mujer. Los tres tenían sus gargantas cortadas por un objeto punzo-cortante.
Shion miró a Ruka mientras ella estaba de pie frente a él. ––¿Un objeto punzo-cortante?


––Presuntamente un cuchillo. De grado militar, o similarmente diseñado para ser mortal. Además–– y esto puede ser algo subjetivo–– fue hecho hábilmente. Sin la descomposición de por medio, los cuerpos de los hombres tenían unos cortes tan limpios que incluso el coronel se mostró sorprendido. De acuerdo con el coronel, “con un corte como éste, la víctima probablemente muera sin siquiera saber lo que pasó” Con esto, creemos que el asesino es alguien altamente habilidoso con el cuchillo.
La voz de Ruka se desvaneció un poco a la distancia, y en su lugar, los latidos del corazón de Shion retumbaban en sus oídos.


Un cuchillo, de grado militar, cortes limpios, altamente habilidoso
Las palabras que había escuchado se paseaban salvajemente dentro de su cabeza. No, lo que estoy pensando es inconcebible. De ninguna manera
Shion inhaló y exhaló. Su corazón se comenzaba a calmar.
Imposible. Algo así sería completamente imposible


––¿Presidente?–– Ruka inquirió.


––Ah, muy bien. Entendido.–– Dijo Shion.–– Estoy seguro que el Buró de Seguridad está al tanto de todo y estaño trabajando en ello, no necesitan que yo les inste, pero por favor, difundan un anuncio público sobre esto, incluyendo a los distritos afectados.


––Entendido.–– Dijo Ruka.–– También hemos incrementado el número de patrulleos en esas áreas. Aunque el incidente se volvió noticia, muchas personas del anterior West Block todavía no se han hecho el hábito de mirar las noticias, así que planeamos publicarlo anuncios en físico también. Se trata de un método algo anticuado pero es sorpresivamente efectivo. –– Dicho esto Ruka parpadeó lentamente. –– Presidente, sé que me estoy repitiendo pero, su casa está dentro del área afectada. Por favor sea cuidadoso. En verdad creo que debe evitar ir en bicicleta, al menos por el momento.


––Eso crees…Ah, pero, estaré bien.–– Dijo Shion. ––Contrataré un guardaespaldas.


––¿Un guardaespaldas? Si ese es el caso, por favor consiga a alguien calificado del Buró de Seguridad.
Shion sacudió su cabeza con gentileza, rechazado la sugerencia de Ruka. ––Resulta que conozco a alguien, así que contrataré un sus servicios privados. No es necesario requerir a un empleado de la ciudad.
La verdad era que, no solo el Buró de Seguridad, sino todos los departamentos y posiciones estaban crónicamente faltos de staff. Así que Shion no tenía la más mínima intención de traer a alguien  de ellos de arriba a abajo. Además, el concepto de viajar de casa al trabajo con un miembro aleatorio de Buró de Seguridad a quien no conocía lo asustaba solo de pensarlo…aunque, tal vez lo estaba sobre pensando.
Era una realidad, sin embargo, que le pesaba un poco. Y siendo ese el caso, Shion elegiría sin pensarlo a alguien que fuera divertido de tener a su lado.


––¿Conoce a alguien?–– Preguntó Ruka.


––Sí.–– Dijo Shion. ––Conozco a alguien que me prestará un excelente guardaespaldas de primera clase si es que lo pido.


Las cejas de Ruka se arrugaron levemente– parecía que estaba evaluando las palabras de Shion. ––Entendido.–– Sus cejas se relajaron. ––Bien, entonces…al menos cargue el costo al Buró de Seguridad. Lo trataremos como un gasto público. 


–– ¿De verdad? Gracias!–– Dijo Shion. ––Probablemente termine costándonos algo de huesos con algo de carne, fruta seca y queso todos los días. Tal vez me pidan unos dos o tres pescados secos.


––¿Huh? Huesos con carne…–– La boca de Ruka se abrió completamente. Parpadeó unas cuantas veces.
Shion presionó sus labios para resistir una carcajada. Una vez más le aseguró a Ruka que estaría bien.–– Voy a conseguir un trato para tener protección personal. Al menos eso puedo hacer.


––Entendido. Le informaré a mi supervisor.–– Con eso, Ruka se fue de la habitación.
En cierto punto, la lluvia había dejado de caer, y el sonido del viento se había calmado.


¿Por qué no visito a Inukashi mañana?


Mientras sus oídos perseguían el sonido del viento, Shion decidió que así lo haría.
Inukashi. Ese no era su nombre real, claro. Nadie conocía su verdadero nombre. Incluyendo Inukashi.
Inukashi era una amistad muy querida de Shion, quien vivía en el West Block. Vivía junto a sus perros desde que tiene memoria, compartiendo cada momento con ellos y ganándose la vida rentando a los mismos perros.


Cuando el West Block estaba separado de No.6, los perros habían resultado de gran ayuda para protegerse de la crudeza del invierno. Y aunque Shion lo había experimentado solo una vez por si mismo, dormir al lado de un perro era muy cómodo y cálido, y las personas se habían aprovechado de los servicios de Inukashi, así evitando morir por hipotermia.


En estops días, un distrito de negocios había sido erigido en el viejo West Block, y existían servicios sociales para ayudar a niños y adultos mayores. Como resultado, el número de personas que requerían de los servicios de Inukashi había disminuido. Sin embargo, parecía que muchas personas que solían vivir en No.6 comenzaron a buscar perros que adoptar, ya sea como mascotas o guardianes. Aparentemente, entre esas personas, había algunas que pedían comprar a los perro en lugar de simplemente rentarlos.
“Pero mi regla es, no venderé a mis perros al menos que exista una muy buena razón”. Esas fueron las palabras de Inukashi cuando Shion le había visto recientemente. 


Shion había ido a entregarle unos pretzels y paninis hechos por Karan. Inukashi, con alegría, se llenó la boca de grandes mordiscos de aquello y masticó lentamente antes de elogiarlos: ––Saben tan bien que voy ponerme a llorar.–– Luego, decía –– Toma, un obsequio para el hijo de mami que me trae mis encargos.–– Y le sirvió un poco de té negro. Parecía que el color y la esencia se había esfumado de aquellas hojas viejas, pero para él, era mucho más delicioso que cualquier bebida elegante.
Era el sbor del West Block.


En la habitación de Nezumi, Shion lo había probado tantas veces.


La taza blanca con sus orillas quebradas todavía estaba en esa habitación. La estufa que usaban tanto como calentador como para cocinar, la rígida y vieja silla enterrada entre libros, lo vasta e inconmensurable que era su biblioteca–– Todo había quedado justo como lo dejaron el día que se marcharon. Shion visitaba esa habitación de vez en cuando, siempre que su itinerario lo permitiera. Limpiaba, purificaba el aire, y se quedaba por un rato. Había instancias en las cuales incluso encontraba un momento para dormir una siesta.


En momentos como esos, cierta memoria siempre despertaba dentro de él, brotando tan claro como el sol de media tarde, en ese espacio entre sueños y la realidad. Ese día, en esa habitación llena de libros, Shion le había preguntado algo a Nezumi.


––¿Podrías recitarme algo de Macbeth?


Nezumi lo miró entonces, inclinando un poco su cabeza hacia un lado. ––¿Macbeth? ¿Qué parte?


––Acto 5, escena 5. La parte justo antes de que Macbeth se entere de la muerte de su esposa. ¿Por favor?


––¿Por qué quieres escuchar Macbeth?


––Hmm, no sé. De repente me dieron ganas.–– Shion había dicho. –– ¿Hay algún problema con eso?


––No, no me molesta para nada.–– Nezumi se acomodó un poco en su silla, luego comenzó a recitar:


“Mañana, mañana, mañana nos va llevando por días al sepulcro,
Y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa.
¡Apágate ya, luz de mi vida!
¿Qué es la vida sino una sombra, un histrión que pasa por el teatro…


Su voz, serena, enmascaraba una pasión oculta; el perfil de Nezumi, iluminado por la luz de la lámpara…El propio corazón de Shion que había sentido que volaba por lo alto y a la vez se hundía en las profundidades más inhóspitas–– Lo recordaba todo tan vívidamente. No importase cuanto tiempo había pasado, eso jamás se desvanecería… ni un poco.


Los recuerdos te llevan al pasado tan fácilmente, incluso si todo estaba presente–- esa taza, la estufa, la silla, los libros…


Sólo su dueño estaba ausente.


Shion tomó la taza favorita de acero inoxidable de Inukashi.


––¿Una buena razón? ¿De qué razón se podría tratar?–– Preguntó Shion, dándole una probada a su té. Giró su atención a la persona que tenía frente a él en lugar de mirar hacía donde no había nadie, lográndolo de alguna forma, aunque en contra de sus propia voluntad.


––Una buena razón es una buena razón.–– Dijo Inukashi.


––¿Seguramente debe de haber unos buenos per-requisitos entonces?


––¿Pre-requi qué? ¿Qué es eso? ¿Alto tan bueno como el pan de tu mami Karan?.–– Inukashi preguntó.


––No es nada comestible.–– Dijo Shion.–– Cuando le de un perro a alguien más, ¿En qué basas tu decisión? Eso es lo que quiero saber.


––Ah,ya entiendo.–– Inukashi respondió.–– Bueno, si sé que ellos atesorarán al perro más que yo, puede que me disponga a dárselos…Claro, les cobro solo por venir a ver al perro.–– Acariciando al perro de largo pelaje café que se había acercado en busca de atención, Inukashi juntó sus dedos haciendo un típico gesto de pedir dinero.


––¿Y cómo lo sabes? ¿Les haces un montón de preguntas?


––Bueno, algo así. Lo sabes cuando lo ves.–– Dijo Inukashi. ––Es más como ven al perro y si lo cuidan, y cómo dicen las cosas. Te puedes dar cuenta, que “este tipo de verdad ama al perro” o “van a cuidar bien del perro” y cosas así. Con alguien así, el perro también se sentirá seguro. Los perros son muy nerviosos cuando están con personas que no les gustan, pero con buenas personas, están relajados y contentos desde el principio. Así que le pregunto al perro, “Quieres ser hijo de este humano? Si me dicen que sí, entonces así será.


––Tiene sentido.–– Dijo Shion.


––Tipos que se emocionan mucho por cuan lindo es un perro, o van diciendo lo mucho que quiere un perro blanco, o que tenga una cola rizada, pedigree, orejas caídas, cosas así–– Los rechazo a todos.–- Inukashi continuó–– No puedo confiar ni un poquito. Los perros tampoco se llevan bien con esos. Les presto al perro por un periodo de tiempo, pero no de por vida. No puedo dejar a un perro asustado a su cuidado.


––Ya veo, entiendo.–– Dijo Shion.–– guau, ¿entonces puedes diferenciar a los buenos de los malos, huh?–– Shion estaba sinceramente sorprendido.


––¡Claro que puedo!–– Dijo Inukashi.–– Siempre he vivido con perros. Ellos son más inteligentes y considerados que los humanos, así que siempre olfatean la verdad. –– Una brisa alborotó el cabello de Inukashi.


Desde que Shion le conoció, Inukashi ha vivido en las ruinas dilapidadas de un hotel, y aunque los cuarteles y edificios a los alrededores estuvieran en proceso de reconstrucción, Inukashi continuaba viviendo ahí.


––Este es un buen lugar, Inukashi.–– Murmuró de repente.


––Bueno, claro; es un hotel de primera clase.–– Dijo Inukashi. –– Intenta sacarme de aquí y te voy a morder y arrancar a pedazos la garganta––¿Entendiste, Shion?


Inukashi parecía a punto de morder tras haber advertido con su ladrido. Tal vez sintiendo la tensión de su dueño, el perro de pelaje café miró a Shion–– también con una pizca de amenaza.
Shion bebió lentamente su taza de té negro.


Incluso sin una amenaza así de intimidante, Shion nunca tuvo intención de hacer tal cosa. 
––Bueno, no puedo imaginarte viviendo en otro lugar.


––No quiero vivir en otro lugar.–– Replicó Inukashi. –– Ah si, y tú dejaste la habitación de Nezumi intacta…–– Inukashi cerró su boca. Sin abrirla otra vez, miró hacia otro lado.


Había pasado un buen tiempo desde que Shion escuchó a Inukashi mencionar el nombre de Nezumi. Esta bien podría ser la primera vez que lo hacía desde aquel día que Nezumi se fue. Los labios de Inukashi estaban presionados en una linea, como si se arrepintiera de haberlo mencionado. Dejando su taza de lado, Shion asintió con la cabeza. E, intentando responder de la manera más casual y animada posible, dijo: ––Sí, dejé todo como estaba. Después de todo no debería de tocar las cosas sin el permiso de su dueño.–– Se puso de pie. ––Como sea, ya me tengo que ir. Gracias por el té.


––Shion.–– Unos ojos oscuros miraron a Shion mientras éste se ponía de pie. ––…¿Tú crees que va a volver?–– Inukashi se puso de pie también. Estaba usando una camiseta negra holgada, y unos pantalones que estaban estirados por todos lados. Si bien esas ropas eran mucho mejores que las que solía vestir antes, Inukashi tenía el mismo habito de usar ropa bastante usada. Eso no había cambiado.


––Has crecido, Inukashi. –– Shion dijo.


––¿Eh?


––Has crecido. Estás creciendo.–– Inukashi había crecido, y nuevas curvas habían tomado espacio en su cuerpo. Mientras que sus brazos eran delgados, tenían también esta suavidad en la piel, la suavidad que un hombre no tenía.


––No cambies de tema.–– Inukashi gritó. El perro de pelaje café a sus pies, junto con otros perros en el área se juntaron a la vez. Esto no era nada raro, pero estaban muy bien entrenados. Sólo una palabra de Inukashi y atacarían a cualquier humano o lo defenderían. Podían cargar objetos y entregar cartas. Tal era la naturaleza de esos perros. –– Te hice una pregunta, Shion. Te pregunté como te sientes.–– Inukashi tronó sus dedos y los perros se acercaron. ––Shion. ¿De verdad lo estás esperando? ¿En serio crees que va a regresar?


––Sí.


––¿Sí?… lo dices como si nada, eh? No importa cuánto tiempo pase, sigues siendo un cabeza hueca. No has cambiado nada.–– Inukashi se rio, pero levemente. Era una risa amistosa, llena de calidez.


––¿Tú no crees que regresará?–– Shion preguntó.


––¿Huh? ¿Yo?


––Sí. ¿No crees que regresará?


La sonrisa de Inukashi se desvaneció. En su lugar, dos arrugas tan distintivas se formaron entre sus cejas. –– ¿Por qué me estás preguntado eso a mí? Eso de si regresa o no, ¿qué tiene que ver conmigo? Bueno, si regresa con un buen trozo de carne y un saco grande de oro como regalo, bueno, al diablo que mis perros y yo lo estaremos esperando. Lo recibiremos con los brazos abiertos––¡Hasta le invitaremos a comer! Pero eso nunca va a pasar, claro.


––Nunca sabes.–– Dijo Shion. ––Lo del oro está exagerado pero la carne…


––No va a pasar.–– Inukashi derrumbó las palabras de Shion, sacudiendo su larga cabellera. ––No hay manera que ese tipo regrese con regalos o cualquier cosa para mí… y no sólo para mí, para nadie en general. Si por casualidad llegara a hacerlo, me llevaría a mis perros lejos de aquí. No ha habido ocasión en que le acepte algo y no me traiga problemas. ¿Lo entiendes, Shion? Nos conocemos desde hace tiempo así que te voy a dar un consejo.–– Inukashi levantó un dedo y lo sacudió de lado a lado frente a Shion. ––Ese tipo es un tramposo y no se puede confiar en él, es un manipulador de nacimiento. Tiene la lengua de una víbora y te habla bonito–– pero así te tiene en la palma de su mano, como si se tratara de su trabajo. Él siempre ha sido un problema, es peligroso, y no trae nada más que desastre consigo. Involucrarse con un tipo como él es como meter la mano a un nido de víboras–– Es prácticamente un suicidio. ¿Me escuchas? Recuérdalo.


––Algo severo, ¿no? –– Shion se aguantó una inesperada risotada. La tan característica forma de hablar de Inukashi seguía siendo la misma desde que se conocieron. No, si acaso se había vuelto todavía más severa.
Inukashi se rio. ––Claro que sí. ¿Cuánto no he sufrido a causa de ese tipo? ¡No te he contado ni la mitad!


––Pero ¿no lo quieres volver a ver?–– Preguntó Shion.


––¿Qué?–– de manera intencional o no, la voz de Inukashi estaba casi gritada, sus palabras entrecortadas. 

––¿Qué acabas de decir? ¿Que si quién quiere ver a quién?


––¿No quieres ver a Nezumi? Sí quieres ¿verdad, Inukashi?


Inukashi se estremeció completamente, como un perro mojado acudiéndose el agua.


––¿Yo? ¿Querer ver a ese charlatán? ¿Ese fraude, ese estafador, ese actor de cuarta? Shion…¿Ya perdiste la cabeza de tanto trabajo? ¿Has estado teniendo alucinaciones o algo? No me voy a burlar de ti, pero creo que deberías dejar lo del Comité de reestructuración y enfocarte en tu salud. Tu mami Karan se va a poner triste si algo te pasa.


––Sí, es verdad he estado algo cansado últimamente.–– Shion estuvo de acuerdo. ––He estado muy ocupado.


––Y todavía estás ocupado.–– Dijo Inukashi. –– Renuncia de una vez, antes de que empieces a ver cosas. Hasta podrías trabajar para mí, ¿sabes? Sí, te voy a contratar para que bañes a mis perros como en los viejos tiempos.


––Es una oferta bastante tentadora.


No era ni una mentira ni una broma. Era la oferta más tentadora que Shion había recibido en los últimos días, más que cualquier propuesta o invitación–– le llamaba al corazón.


––Las tuberías llegan hasta acá ahora, y es fácil conseguir agua. Ya no tendrías que bajar al río. Todo el mundo está por las nubes con eso.–– Dijo Inukashi. –– También tenemos electricidad, y está todo tan iluminado, no lo puedo creer. Claro, a los perros no les gusta tanta luz, así que uso una lampara. Todos están tan felices por eso también. Es una locura que tengamos luz por las noches, y hasta un hospital,… Yo sé lo duro que has de haber trabajado.


––No sólo yo trabajo duro.–– Dijo Shion. ––La mayoría de nuestro Staff ha estado trabajando sin cesar, y esos son los frutos de toda esa labor. Todavía tenemos cosas que hacer, claro––Hay tanto que hacer, lo veo como una pila interminable justo enfrente de mí. Estoy casi enterrado en tantos problemas por resolver, y a veces me pongo la manos en la cabeza porque no sé por donde empezar.


Inukashi se rio una vez más. –– Lo que alguien pueda hacer no importa. Las personas tienen límites, y puedo ver que tú ya casi llegas al tuyo….


––Así que te preocupas por mí…––Shion dijo. ––Gracias Inukashi.


––¿Eh? ¿De dónde sacaste eso? –– El rostro de Inukashi se contorsionó en una mueca y sacudió sus manos por todos lados. –– De ninguna manera, no me preocupas. Sólo te estoy diciendo; no te pongas a trabajar hasta el cansancio como todo un idiota. Trabajar tanto hace que te jodas mentalmente y fisicamente, y es muy estúpido. Es increíblemente estúpido. ¿Me escuchas? Estás siendo un reverendo idiota, tienes el cerebro de un bebé idiota. No hay nada dentro de esa cabeza de tarado que tienes. No sirves ni para alimento de mis perros.


––Eso es incluso más severo que lo que dijiste sobre Nezumi.


––¿Nezumi? Él es un fraude y un estafador y una actor de cuarta… pero al menos se conoce a sí mismo.–– Inukashi dijo. ––Es tan molesto que lo teclearía por esta habitación si pudiera, pero él si serviría como alimento para mis perros. Él sabe de lo que es capaz, y cuando las cosas no están a su favor, no hace las cosas. No arriesgaría su vida si sabe que se trata de una batalla que no va a ganar. Por eso él es mucho mejor que tú.


Oh, así que así son las cosas. Tiene sentido. En su corazón, Shion estaba profundamente de acuerdo.
Inukashi tenía razón, Nezumi creaba oportunidades para lograr el éxito. Incluso si existía la más minima oportunidad, él lo intentaría y hallaría un escalón del cual apoyarse para trepar y cruzar esa barrera. Pasaría sobre un gran muro incluso si no hubiera manera de escalarlo. Oportunidades de victoria, posibilidad, esperanza–– todas las creaba, las traía al frente, y las usaba. Shion había visto todo eso desde cerca, más cerca que nadie. Nezumi cambiaba la imposibilidad y la convertía en posibilidad, y lo mismo con la desesperanza a la esperanza––Shion había sido testigo de ello incontables veces.


––…Todo lo que hice fue destruir. Pero Shion lo creará nuevamente. –– Inukashi murmuró.
Shion miró a Inukashi después de escuchar sus palabras. –– Inukashi, ¿Qué acabas de decir?
––Esas fueron las últimas palabras de Nezumi…–– Dijo Inukashi. ––Bueno, no sus “últimas palabras” Tampoco fueron sus palabras de despedida. ¿Tal vez una confesión? Nah, tampoco. Fue un estúpido monólogo, en serio….pero bueno. Eso es lo que me dijo.


––¿Cuándo?


––Cuándo… huh…probablemente ¿un día antes de haberse ido de No.6? ¿O tal vez antes de eso? No recuerdo exactamente cuándo, pero…Es verdad, siento que también dijo algo como “la creación es cien veces más difícil que la destrucción” Jeje, seguro que estaba tratando de actuar cool.


––Destrucción eh…–– Shion musitó.


––Sí, bueno, la destrucción es su especialidad. Hizo todo un show para derrocar a No.6 y todo.–– Dijo Inukashi.


––Sí, sí que lo hizo.


Después de haber destruido No.6, Nezumi se marchó.


Shion apretó su puño. –– Ahora me estoy sintiendo bastante molesto, por alguna razón.


–– ¿En serio? Es raro que te molestes así.–– Dijo Inukashi. –– guau, ¿no me digas que te enojaste conmigo? 


––Estoy molesto con Nezumi.–– Dijo Shion.


De verdad, ¿quién demonios se cree que es? Nezumi decía lo que quería, destruía la que quería y luego se iba. Así nada más.


––Shion…Shion––Inukashi lo tomó del brazo. ––No pongas esa cara tan tenebrosa. No te queda para nada. De hecho, se te ve tan mal que estoy intentando no reírme. Mira, estás asustando a mis perros.
Shion miró a su alrededor, hacia el salón donde piezas del techo se habían derrumbado. Los perros estaban echados por todos lados, o jugando juntos; una pila de cachorros acurrucados juntos a los pies de Shion. 

––A mí no me parece que estén asustados.


––Están asustados aunque no lo parezcan. ––Aseguró Inukashi. –– Es porque eres bastante tranquilo y los perros se sienten a salvo. Ser tranquilo es mejor que ser aterrador, si me lo preguntas. Y, bueno…–– La boca de Inukashi se apretó un poco. ––Nezumi nunca podría hacer lo que haces tú.


––¿Huh?


––Él es alguien que destruye cosas––nunca sería capaz de construir un mundo nuevo sobre algo que fue destruido, no de la forma en la que tú puedes hacerlo. Puede que lo intente y batalle––pero simplemente no puede. Nunca ha tenido esa habilidad, así que no hay forma de que pueda hacerlo…o eso fue lo que me dijo.


––¿Nezumi dijo todo eso?


––Ah, pero, sabes, de verdad pienso igual que él.–– Dijo Inukashi.–– No voy a decir que eres el tipo más maravilloso que existe, pero sí puedo decir que Nezumi no es tan especial. No como tú lo eres. Así que no te rompas la espalda trabajando más duro de lo que ya lo haces, ¿entendiste? Y deja de retorcerte a los pies de ese actor de cuarta. Él no va a regresar sólo porque lo estás esperando. 


Ah, ya entiendo. Shion se dio cuenta. No estoy enojado, sólo estoy algo molesto––conmigo mismo.
No había nada que pudiera hacer sino esperar, y esa impotencia era tan sobrecogedora que no lo podía soportar.


Aún así, Shion creía en él. Nezumi no rompía una promesa.


La reunión llegará, Shion.

 
Nezumi jamás abandonaría ese juramento.


––Ah, sí, casi se me olvida.–– Dijo Inukashi.–– Una vez al mes te vas a ese parque donde solía estar la Correccional, ¿verdad? Invítame la próxima vez. Llevaré a bebé Shion para que juegue.


En una esquina de aquel parque se levantaba un monumento con la forma de la fachada de la antigua Correccional. Había sido erigido para mantener la memoria de las personas que fueron llevadas ahí, y sacrificadas, así como para todo lo que ahí había acontecido. En la pared que resaltaba del monumento, estaban grabados los nombres de cada una de las víctimas. Mientras que la mayoría de nombres pertenecían al West Block, también había nombres de ciudadanos de No.6.
Safu era uno de ellos. La chica quien había sido su mejor amiga de la infancia había conocido su final en manos de la destrucción de la Correccional.


Shion le dejaba flores todos los meses, y recobraba un poco de motivación después de sus visitas.
Se motivaba a sí mismo––De tal manera no habría más víctimas, así las muertes de todos aquellos nombres grabados, incluyendo el de Safu, no serían en vano–– Y continuaba pensando en qué hacer, y por qué debería hacerlo.


––Suena bien, hay que hacerlo.–– Al pensar en Safu, no había manera de que hubiera dicho lo cansado que estaba como para hacerlo.


Inukashi chasqueó con su lengua. El sonido rebotó y varios perros levantaron sus orejas.


––Escúchame, vamos a pasar el rato. ¿Entiendes? Pasar-el-rato. Haremos algo divertido, para que te lo tomes con calma, ¿sí? Ay, si me echara tantos problemas en la espalda así como lo haces tú, ya no me podría ni mover. Me aplastaría el peso de tanto problema. Si vas a estar preocupado por todo eso, entonces no voy a ir contigo. Es una molestia y nada divertido. Bebé Shion lo odia también.


––Divertido, ¿eh?


––Sí, nos vamos a divertir.–– Dijo Inukashi. –– Hacemos un picnic o algo.


––Ah, suena bien. ¿Por qué no preparo unos sandwiches?–– Ofreció Shion.


––¿De mami Karan, dices? No te atrevas a decir que tú los vas a preparar. No los quiero.


––Que mal. Los quería preparar con mis propias manos.–– Dijo Shion. –– Se lo pediré a mi mamá entonces. Si le digo que voy a tener un picnic contigo, estoy seguro que se pondrá muy feliz y me los va a preparar.


––¡Woo-hoo!–– Exclamó Inukashi. –– Eso sería de los mejor. ¿Le podrías pedir unos que estén blandos, así bebé Shion los puede comer? También, tal vez estoy pidiendo mucho, pero ¿puedo pedir uno con una rebanada de jamón y mucho huevo? Siempre soñé con comerme uno así.


––Le voy a decir. –– Shion dijo. –– Estoy seguro que también preparará unos de queso, otros con fruta. Quizá haga unos scones, con mermelada hecha en casa.


––¡Guau! ¡Que festin! Es como un sueño hecho realidad; todo suena tan bonito que voy a llorar. Shion, estoy hablando en serio, ¿me entiendes? Más te vale no olvidarte de este picnic que vamos a tener. ––Los ojos de Inukashi brillaron, y se relamió los labios con su lengua rosada.
––Gracias, Inukashi.


––¿Eh? ¿Por qué?–– Preguntó.–– Oh, ya sé, si tú vas a traer los sandwiches de tu mami, entonces yo llevaré un poco de agua para ti. Agua de primera, directo desde el arroyo.
Shion podía ver que Inukashi lo estaba invitando a salir desde su preocupación, y que de verdad le estaba ofreciendo consejos. Shion no era tan denso.


––Luego te digo que día tengo libre. Vamos a tener ese picnic pronto.


––Entendido. Salúdame a tu mami de mi parte. Ese pani–…pani… ¿Cómo se llamaba esa cosa?


––Un panini.


––Sí, eso. Dile a tu mami que estaba delicioso.


––Okay.–– Dijo Shion.–– También le voy a decir lo de tu sandwich de jamón y huevo.


––Eres el mejor.–– Dijo inukashi. –– Hasta te podría decir así quedito “Te amo” ––O darte un beso si quisieras. Mis perros y yo te limpiaríamos la cara a lengüetazos. Y gratis, claro.


––Jaja. Qué generosa oferta, pero hoy paso.–– Dijo Shion. –– Nos vemos luego, Inukashi.


––Adiós. Te voy a dejar cargar a bebé Shion la próxima vez.


––Gracias. Cada vez que vengo, hay más y más cosas por las que esperar. Adiós.


––Nos vemos.–– Inukashi sacudió su mano ligeramente, y todos los perros se levantaron a despedir a Shion.

*



Pedaleando en su bicicleta, Shion aceleró hacia el oeste a través del Parque Forestal.
En las noches de verano, uno podía ver tantas personas caminando, apurándose para llegar a casa. Pero, después de la tormenta, cuando el sol se había hundido más allá del horizonte, no había nadie más que Shion. Las aves que hacían de los árboles su hogar, estaban tranquilamente en silencio, sin dejar salir un solo ruido. Las lámparas alineadas en la calle iluminaban a intervalos iguales, haciendo que la profundidad de la oscuridad que restaba, resaltara aún más.


Hacia el oeste del parque estaba un vecindario conocido como Lost Town. Ahí, su madre Karan manejaba una pequeña panadería. Vendía una variedad de panes, muffins, scones, y otros alimentos horneados. A veces también tenía pastel de cereza y quiche, todo aquello acomodado en los mostradores.No era una tienda muy grande, así que sus ingresos diarios no eran nada para presumir. Aún así era un trabajo que conllevaba mucho esfuerzo y labor física. Karan continuaba horneando pan de todas formas, sólo se permitía un día de descanso a la semana.


Incluso aquel día––el día que No.6 había caído––Karan horneó pan, lo puso dentro de una canasta, y se lo regaló a las personas.


“Que madre tan ilustre tienes”. El murmullo de admiración que salió de la boca de Nezumi también había de confundirse con el delicioso aroma a pan caliente, y Shion recordaba claramente que en ese momento había sentido como que flotaba.


Siete días después, Nezumi se había marchado de su lado.


Y aunque su primer encuentro había sido inesperado, su partida dejó con ella unas palabras de promesa.
La reunión llegará, Shion.


Esa promesa todavía no se cumplía.

En el despertar de la tormenta, unos vientos fuertes arrecían de vez en cuando. Pasando por el parque, Shion llegó a Lost Town. EL pavimento estaba mojado por la lluvia, e incluso las profundidades de esa oscuridad brillaban con luz. Sólo tenía que dar la vuelta desde la calle principal, continuar sobre otra calle angosta subiendo una colina, y luego llegaría a casa.
Ah, espera. Quizás tendría que pasar a comprar jamón y huevos antes de llegar a casa. Tal vez algo de fruta para que bebé Shion pudiera comer.


Ese pensamiento tomó forma en su cabeza. Hacia las faldas de la colina, se encontraba una pequeña tienda, y aunque su selección de alimentos no era tan variada, no se podía cuestionar su calidad.
Jamón, huevos, y fruta. Eso iba a comprar, y luego se iría a su casa.
Así, redujo la velocidad de su bicicleta, y a la vez, un escalofrío le recorrió la espalda.
Una alarma comenzó a sonar en sus oídos.


Peligro, peligro, peligro.


Piso el freno, su rueda frontal se atascó con algo invisible y su bicicleta se volcó violentamente.


––¡Mierda!–– Shion perdió su balance y cayó al suelo, la bicicleta azotándose detrás de él. Se había ido más lento, por lo que no cayó con tanta fuerza al suelo. Pero aún así, su cuerpo entero se sintió algo entumido. –– Ouch…


Sin importarle mucho, se sentó rápidamente. Las alarmas en su cabeza seguían sonando.


Peligro, peligro, peligro.


La habilidad de sentir el peligro, la intuición de predecir su proximo movimiento con rapidez–– Shion había cultivado esos instintos al lado de Nezumi. Era más que suficiente cuando se trataba de un combate en la vida real.


Me echo a correr? No, mejor espero, no hay necesidad de apurarse.


Shion se puso de pie, y dio un paso al frente.


¿Qué fue aquello que lo impactó?


No fueron las ruedas de su bicicleta que se resbalaron al haber frenado abruptamente. La rueda se dejo de mover sin previo aviso. Algo la había detenido. ¿Se trataba de una obstrucción? ¿De qué podría tratarse, ahí en medio de la calle?
Justo antes de caerse, le había parecido que una linea negra se materializaba enfrente de él, iluminada por la luz de su bicicleta.


Shion tomó su pequeña lampara de bolsillo y la iluminó alrededor de su bicicleta.
Contuvo su respiración–– a la altura de su rodilla, podía verse una linea negra.
Se trataba de un alambre de acero. Eso era lo que lo había detenido. Con razón se había caído.


¿Con razón? No, estaba seguro que había más de una razón por la cual eso estuviera ahí. Un alambre de acero en medio de la calle era algo completamente fuera de lo ordinario. Tuvo suerte al detenerse, si acaso hubiese corrido en aquella dirección, sus pies se hubieran tropezado con ese alambre. Y, no hubiese corrido con la misma suerte.


Le dio un escalofrío.


¿Quién puso eso ahí? Y, ¿Por qué?


La calle era amplia y solo la podían cruzar personas y bicicletas. El camino municipal se extendía desde la entrada oeste del parque, y se conectaba con la calle principal. Había muchas personas caminando y lámparas iluminando. Como se trataba de la ruta más larga para llegar a casa, Shion había tomado un atajo y pasado por un callejón.


En ese mismo callejón, alguien había colocado un alambre de acero–– a la altura perfecta para atrapar a una bicicleta.


No podría descartarse como si se tratara de una broma.
No, era algo más que una simple broma. Esto era…una trampa.


Corre, Shion. Sal de ahí.


Una voz más poderosa que las alarmas resonó en su cabeza.
Esa voz lo había salvado del peligro muchas veces, y hasta lo había salvado de las garras de la muerte.


Corre, ¡rápido!


Agarrando su lampara, Shion intentó echarse a correr. Pero antes de poder hacerlo, algo lo tomó por detrás y lo jaló, en un instante, la consciencia algo atravesó su cuerpo.
Ese algo era un instinto asesino.
Shion se tambaleó y se movió hacia un lado.


––¡Ah!.–– Un dolor recorrió todo su brazo. Más que dolor, sentía un calor. Y le quemaba.
Sus piernas se enredaron y su espalda azotó contra la pared. Esa pared pertenecía a un edificio que una vez fue un restaurante, sus dueños una pareja de ancianos. Incluso después de todo el caos, sus dueños no habían regresado, dejando el edificio abandonado–– Esto quería decir, que no importara cuánto ruido hiciera, nadie se daría cuenta.


––Tsk…–– Sintió su brazo con su otra mano. Olía a sangre–– su palma húmeda y resbalosa.


––Bueno, bueno, si que eres rápido, ¿eh?–– Dijo una voz algo apagada. Una sombra se movió.
No, no era una sombra sino una persona vestida completamente de negro. Un hombre, tanto fue lo que pudo ver, con hombros anchos, y con media cara cubierta por una máscara negra. El hombre sostenía un cuchillo con su mano derecha. Incluso en la oscuridad, la cuchilla brillaba a los ojos de Shion.
Era una daga con doble cuchilla, de típico uso en combate.


––Uy, y pensar que esquivaste mi cuchillo. Bien hecho, Presidente.


No había tiempo de preguntar de quién se trataba. El cuchillo cortó diagonalmente hacia abajo––claramente apuntando hacia la garganta. Shion se echó al suelo en un segundo, el ataque apenas le rozó la cabeza y se escuchó un claro whoosh–– el sonido de la cuchilla cortando el aire.


––¿Qué?–– Fue lo que salió de la boca de aquel hombre, confundido. Claramente no se esperaba que Shion evitara el ataque.


Muy lento.


Comparado con Nezumi, los movimientos de ese hombre eran bastante lentos. Shion podía ver muchas salidas de esto.


No me subestimes. No me escape de las garras de la muerte solo para presumir.

 
Shion se levantó, y pateó al hombre en la muñeca con todas sus fuerzas. El cuchillo se fue volando, cayendo en la calle mojada. Shion se echó a correr. Si pudiera salir del callejón, entonces podría escapar de esta situación.


––Mierda..–– De repente, algo lo hizo tropezarse. La sensación lo obligó a echarse para el frente. De milagro se mantuvo de pie, pero su cuerpo se perdió el balance completamente y se estrelló una vez más con la pared.
Había ahí otro alambre de acero.


––Fuiste una presa muy divertida de cazar…pero esto se termina aquí.
Una sombra se cernió sobre él.
Y abajo el cuchillo relució.


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